Un dispositivo experimental desarrollado en la Universidad de Stanford podría ayudar en el tratamiento de coágulos sanguíneos que obstruyen arterias y venas, como los que causan infartos cerebrales, embolias pulmonares o trombosis periféricas. Consiste en un tubo giratorio que utiliza fuerza mecánica para comprimir y desmontar coágulos, es decir, en lugar de cortar o succionar directamente el coágulo como hacen los métodos tradicionales, este dispositivo modifica la estructura interna del coágulo, facilitando su extracción con una efectividad notable.
Al girar, su punta con aletas genera una combinación de fuerzas que aprietan y enrollan el coágulo. Esto hace que las fibras que lo mantienen unido se compacten y los glóbulos rojos se liberen, convirtiendo el coágulo en una masa compacta que se puede retirar fácilmente sin fragmentos residuales, lo cual reduce el riesgo de que partes del coágulo se desprendan y generen nuevas obstrucciones.
En pruebas realizadas en modelos animales y simulaciones arteriales, el dispositivo milli-spinner logró eliminar hasta el 95 % del volumen de los coágulos y restaurar el flujo sanguíneo con éxito en el 90 % de los intentos, muy por encima de lo alcanzado por las técnicas actuales de trombectomía, que fallan entre un 10 y un 30 % de las veces, sobre todo frente a coágulos grandes y ricos en fibrina.
El equipo dirigido por Renee Zhao y Jeremy Heit, en colaboración con científicos de Stanford, ya ha fundado una empresa derivada para impulsar la comercialización del milli-spinner. Además, exploran su posible aplicación en otros campos médicos, como el tratamiento de cálculos renales.
El estudio completo fue publicado en la revista Nature el 4 de junio de 2025.